Desde que somos bebés vamos poco a poco siendo conscientes de nuestro cuerpo y de hasta dónde podemos llegar; aprendemos que aún alargándonos y ensanchándonos al máximo tenemos un ESPACIO REAL, que es lo único que abarcamos y que es nuestro esquema corporal.
También a medida que vamos creciendo somos conscientes de que este eje coincidiendo con la columna vertebral, nos divide en dos partes exactamente iguales, lo llamamos EJE DE SIMETRÍA.
Cuanto más mayores y a medida que vamos sociabilizándonos entramos en contacto con otras personas, que a su vez van a tener eje de simetría y espacio real, y a partir de entonces cuando no queremos que todas las personas se acerquen a nosotros en la misma medida, con lo cual instintivamente vamos haciendo un círculo imaginario alrededor nuestro que será la frontera que separará nuestro YO del resto de personas. Es lo que llamamos ESPACIO VITAL. Las personas que sin nuestro permiso entran en nuestro espacio hacen que nos sintamos invadidos o cuando menos incómodos.
Una persona montada en una bicicleta, tiene el mismo esquema que el peatón. Y lo mismo podríamos decir de una persona montada en un ciclomotor o una moto.
Por donde pasa una persona andando, puede pasar una persona en bici o moto. Básicamente no se cambia el esquema.
Pero desde el momento en que nos sentamos en el coche, frente al volante nuestro cuerpo deja de tener las dimensiones a las que estamos acostumbrados.
Conseguir que este nuevo esquema corporal entre en la mente de cada persona es la diferencia del número de clases que cada uno tiene que hacer para conseguir pasar de ser peatón a conductor.
Así que fijaros si hay que aprender a tener muchas cosas en cuenta para aprender a conocer nuestro nuevo cuerpo y eso que todavía no hemos hablado de relacionarnos con los demás.
Bien, suponemos que ya nos conocemos a nosotros mismos y sabemos controlarnos; vayamos a comunicarnos con los demás:
1º- Tenemos que ver a los demás, estamos en comunidad y hay que compartir espacio; para ver lo que tenemos a nuestros lados, tenemos movilidad en el cuello con lo cual el simple giro de cabeza derecha-izquierda va a darnos la información necesaria. Para ver todo lo que hay justo detrás de nosotros, en nuestro mismo carril tenemos el RETROVISOR INTERIOR que es un espejo plano que nos va a dar la distancia y el tamaño real de las cosas.
Para ver lo que está en el carril izquierdo tan cerca de nosotros que no lo podamos ver por el espejo interior será el RETROVISOR EXTERIOR IZQUIERDO. Lo colocaremos de tal manera que se vea solamente un poco de nuestro coche, lo justo para saber donde acaba.
Para ver lo que está a nuestra derecha, tan cerca que el ángulo muerto nos lo tape y que todavía no lo veamos por el espejo interior será el RETROVISOR EXTERIOR DERECHO.
2º.- Tenemos que comunicarnos con los demás para decirles nuestras intenciones y ellos a su vez puedan entendernos y darse a entender, para ello vamos a usar los intermitentes.
Hay algunos modelos de coche que en el retrovisor izquierdo llevan un mini espejo donde se ven muchas más cosas aunque mucho más pequeñas
La distancia real la calculamos con la suma
de los tres espejos interior, izquierdo y derecho.
En la primera foto de espejo izquierdo
es la zona punteada. Al principio cuesta acostumbrarse, pero es cuestión de ir probando, sin miedo a ladear la cabeza.
Y si nos vamos con la caravana, tendremos haber perdido el miedo a girar la cabeza. Cuanto más grande es el vehículo que llevamos, más tenemos que mirar si cabemos o no, y es evidente que en la caravana no tenemos espejo interior para comprobar quien va detrás de nosotros así que vamos a tener que calcularlo uniendo la visión del espejo izquierdo con el derecho.
Para terminar de convenceros de que hay que mirar TODOS los espejos, no solamente el derecho que es el que tenemos más cerca os dejo este espeluznante video que aunque no entendamos la narración, se ve dónde está la equivocación y el drama.
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