De la misma manera que queremos un espacio vital para nosotros, cuando vamos en coche también este tiene que tener su "espacio vital", simplemente porque necesita más sitio para detenerse; así que la distancia de seguridad va a ser aquella que, en caso de frenada brusca permita detenernos antes, para evitar una colisión.
Las llamadas colisiones por alcance, como consecuencia de una ausencia de vigilancia de estos espacios necesarios entre vehículos.
Por ello, hay que mantener un espíritu protector en todas las direcciones posibles, es decir, delante, detrás y laterales.
Con ello conseguimos definir un espacio propio, proporcionando una seguridad en el tráfico, al evitar invadir los espacios de otros usuarios de las vías, ya que no siempre se dan las circunstancias para poder circular con fluidez y hay que convivir con demasiados vehículos que se cruzan e intercalan entre los coches así que no queda más remedio que estar mirando por todos los lados girando la cabeza y a través de los retrovisores sin dejar de mirar al frente.
Las distancias de seguridad son proporcionales a la velocidad de circulación, de tal manera que a mayor velocidad, mayor distancia de seguridad debe mantenerse.
Cuando se circula en ciudad es un buen punto de cálculo es:
Detenernos viendo las ruedas o el parachoques del que nos precede y ver por el retrovisor interior los faros del vehículo que nos sigue.
Naturalmente al circular por carretera o autopista las medidas serán distintas; teóricamente se utiliza la regla del cuadrado, utilizando las distancias por tiempo de percepción y reacción a una velocidad determinada.
Ejemplos de "distancia de seguridad" en calzadas secas:
A velocidad de 50 km/h: Distancia de Seguridad = Regla del Cuadrado: 5x5 = 25 metros.
A velocidad de 90 km/h: Distancia de Seguridad = Regla del Cuadrado: 9x9 = 81 metros.
A velocidad de 100 km/h: Distancia de Seguridad = Regla del Cuadrado:10x10 = 100 metros. ( tened en cuenta que 100m es la medida de un campo de fútbol).
La "distancia de seguridad" en calzadas mojadas o en condiciones climáticas adversas será el doble que en las de calzadas secas.
Esta regla es fácil de contar en teoría o sentado mirando una fotografía, pero en el momento de la conducción es más difícil de aplicar por la dificultad de calcular los metros que uno tiene por delante por ello, existe una regla de uso común, que es la de los 2 segundos.
Para calcularla durante la conducción, es necesario fijar un punto de referencia por el que el vehículo que nos precede, pasará antes que nosotros. Justo cuando haya pasado por dicho punto, contaremos: un segundo, dos segundos o pensaremos "mil uno, mil dos". Si pasamos por el punto de referencia antes de acabar de contar, nuestra distancia de seguridad será escasa. Si coincide con el punto de referencia, o superior, será suficiente.
Para calcularla durante la conducción, es necesario fijar un punto de referencia por el que el vehículo que nos precede, pasará antes que nosotros. Justo cuando haya pasado por dicho punto, contaremos: un segundo, dos segundos o pensaremos "mil uno, mil dos". Si pasamos por el punto de referencia antes de acabar de contar, nuestra distancia de seguridad será escasa. Si coincide con el punto de referencia, o superior, será suficiente.
Este cálculo de 2 segundos, se estima adecuado, por entender que 2 segundos son suficientes para que la distancia existente entre ambos vehículos sirva para realizar una frenada de emergencia.
Con el siguiente vídeo vemos una serie de tecnicismos que hacen inteligente al coche y la verdad es muy de agradecer la ayuda de estos sensores que ya están instalados en coches de media-alta gama, pero también es penoso tener que ceder inteligencia al coche en detrimento de la nuestra, ¿es que si no tenemos medios para comprar un vehículo más caro no seremos capaces de hacer lo que hace él? Bienvenida sea la tecnología, pero no dejemos de usar nuestros potenciales, que lo que no se usa se atrofia.
